Portugal

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Acantilados que se elevan desafiantes sobre el mar embravecido. Playas de arena fina y dorada bañadas por la inmensidad del Atlántico. Ríos cuyas tranquilas aguas recorren todo tu territorio.

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Barcos que parten al despuntar el día y regresan tardíos bajo los últimos rayos de sol. Calles perdidas que guardan el recuerdo de un tiempo que pasa. Gente que camina. Y el aire que arrastra a su paso, la lejana melodía de un fado.
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Lisboa, ciudad de infinita riqueza en contrastes. Juego de luces y sombras que atrapa a la mirada. Plazas con palomas y puestos de claveles rojos. Viejos tranvías que transitan por tus melancólicas y hermosas calles. Noches insomnes teñidas de plateados reflejos lunares. Y así tú, Ciudad Blanca, te eriges como punto de luz en la geografía del mundo.

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Oporto, ciudad de calles en cuesta que suben al cielo. Tierra de vinos y majestuosos puentes. Lugar de encuentro de las distintas épocas que te definen. Techos cubiertos por el manto de purpúreas tejas y fachadas engalanadas con azulejos oriundos del cielo. Ropa tendida al sol de la tarde. Y ahora, tras contemplar tus atardeceres, sé que nunca vi al sol ocultarse tras el horizonte de forma más bella que en Foz.
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Existen lugares únicos y ciudades que hechizan. Existen rincones inolvidables en ese maravilloso desconocido.
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Grândola, Vila Morena

Grândola, Vila Morena, terra da fraternidade.
O povo é quem mais ordena,
dentro de ti, ó cidade,
dentro de ti, ó cidade,
o povo é quem mais ordena.
Terra da fraternidade,
Grândola, Vila Morena.

Em cada esquina um amigo,
Emm cada rosto igualdade.
Grândola, Vila Morena, terra da fraternidade.
Terra da fraternidade, Grândola, Vila Morena.
Em cada rosto igualdade.
O povo é quem mais ordena.

À sombra duma azinheira que já não sabia a idade
jurei ter por companheira, Grândola a tua vontade.
Grândola a tua vontade, jurei ter por companheira,
à sombra duma azinheira que já não sabia a idade.