dimecres, 8 de juny del 2011

La obra del maestro se vuelve concupiscencia para los sentidos

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¿Qué os admira? ¿Qué os espanta?
si fue mi maestro el sueño,
y estoy temiendo en mis ansias,
que he de despertar, y hallarme
otra vez en mi cerrada
prisión. Y cuando no sea
el soñarlo solo basta;
pues así llegué a saber
que toda la dicha humana,
en fin, pasa como sueño;
y quiero hoy aprovecharla
el tiempo que me durare,
pidiendo de nuestras faltas
perdón, pues de pechos nobles
es tan propio el perdonarlas.

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