-----
-Aquí tiene el té –ofreció Noboru a su espalda, acercándole a la mejilla una taza de plástico pardo oscuro. Ausente, Ryuji la tomó en sus manos. Advirtió que la mano de Noboru, probablemente a causa del frío, temblaba ligeramente.
Inmerso aún en su sueño, Ryuji apuró el té tibio. Sabía amargo. La gloria, como todo el mundo sabe, tiene un sabor amargo.
-Aquí tiene el té –ofreció Noboru a su espalda, acercándole a la mejilla una taza de plástico pardo oscuro. Ausente, Ryuji la tomó en sus manos. Advirtió que la mano de Noboru, probablemente a causa del frío, temblaba ligeramente.
Inmerso aún en su sueño, Ryuji apuró el té tibio. Sabía amargo. La gloria, como todo el mundo sabe, tiene un sabor amargo.
0 COMENTARIS:
Publica un comentari a l'entrada